lunes, 21 de noviembre de 2011

Tarde de recitales

Esta tarde de domingo la he dedicado a escuchar recitales.


 Juan Diego Flórez - Bel Canto Spectacular  

Cómo me gusta este hombre. El título del disco será poco modesto, pero corresponde a la verdad. Timbre claro y solar, facilidad asombrosa en los agudos, legato irreprochable, expresividad en su justa medida. Arias de Donizetti, Bellini y Rossini (así me gusta). Participan la Netrebka (el único punto negativo del disco), Ciofi, Barcellona y Domingo. A mí me parece un disco muy equilibrado y me ha encantado. ¿Es comercial? Sin duda. Pero lo comercial sólo supone una desventaja cuando el ánimo de lucro se antepone a la seriedad y al valor artístico, lo que no sucede en este caso.



Patricia Petibon - Rosso

Todos sabemos qué excentricidades se gasta la soprano francesa. La primera pieza del disco (“Quando Voglio”, de la ópera Giulio Cesare in Egitto de Antonio Sartorio) me desconcertó muchísimo. Entre las castañuelas, la agitación de la música y sobre todo los gemiditos y grititos de la moza, me asusté un poco. Es la elección más dudosa del disco. Por lo demás, me gustaron mucho las arias de Rosso. Tiene la famosísima “Siam nave all’onde argenti” de mi amado Vivaldi, mucho Häendel, una de Scarlatti – compositor que normalmente me pone de los nervios pero este aria no estaba mal – y otros compositores que no conocía. Aviso, Petibon hace cosas muy raras. No es sólo que no domine para nada la ortodoxia del canto barroco, que no tenga especiales agilidades vocales y que las coloraturas sean bastante pobretonas. Es que hace lo que le da la gana cuando le da la gana. Agudos gratuitos, adornos rarísimos, gemidos demasiado enfáticos, suspiros, grititos, en fin, de tó. Me gusta más en los momentos introspectivos y contenidos que en las arias de bravura en las que hace las tonterías que he mencionado. Dicho esto, el disco me ha gustado bastante, aunque yo soy una amante inveterada del barroco y me hace bastante gracia la Patricia, por lo que mi opinión no es muy fiable. Absténganse de adquirir este disco los puritanos del canto, porque os puede dar un ataque.


Elina Garanča (¿se escribe así no? Mi letón está un poco oxidado) - Bel Canto

Si el disco de Petibon se caracteriza por los excesos interpretativos, el de Elina es totalmente lo opuesto. Muy bien cantado (no se esperaba otra cosa), sobrio y elegante.  Tiene extractos de Maria Stuarda, Tancredi (sí, está la ultra-pegadiza “Di tanti palpiti”), de I Capuleti e i Montecchi, de L’assedio di Calais, la ballata de Orsini de mi adorada Lucrecia Borgia (la ópera, no el personaje histórico), la romanza “All’afflito è dolce il pianto” de Roberto Devereux, una romanza de D. Sébastien, Roi du Portugal y de Adelson y Salvini y el trío “In questi estremi istanti” de Maometto II. Un empache de belcanto, vaya.  No sé si es porque las piezas del disco son poco emocionantes – con algunas excepciones - o porque Elina no es demasiado expresiva, pero el disco puede pecar por exceso de contención (léase: de aburrimiento). A mí me ha gustado, pero el belcanto es una de mis debilidades.

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