martes, 15 de noviembre de 2011

Artistas improbables: Kathleen Ferrier

La casualidad es algo pavorosamente importante. Siempre me he preguntado qué papel que jugaba el azar en el descubrimiento de un artista. No estoy hablando de las circunstancias que deciden que algunos artistas se hagan famosos y otros no, eso son otro tipo de casualidades. Me estoy refiriendo al momento en el que alguien descubre en sí mismo un potencial, un talento, una predisposición que le puede llevar a ser genial la música. Es más probable que ocurra cuando tenemos ciertas condiciones que facilitan el descubrimiento y la explotación de esa capacidad (tener padres músicos, crecer en una cultura que dé importancia a la educación musical, o vivir cerca de un conservatorio). Sin embargo, a juzgar por la trayectoria vital inicial y el medio en el que se desarrollaron algunas personas, parecería improbable que se convirtiesen en grandes artistas.

Es el caso de Kathleen Ferrier. Ferrier nació en Lancashire en 1912. Dejó el colegio a los 14 años y empezó a trabajar de operadora telefónica. Hasta ahora parece la vida de tantas otras personas. Vale, tuvo clases de piano desde pequeña y su padre era un profesor de música apasionado que siempre insistía que cuando se cantase algo, se hiciese respetando las intenciones del compositor. Ferrier también participaba en concursos de piano para amadores. Sin embargo, prefirió casarse y dejar de lado una posible carrera musical. Todo indicaba que Ferrier sería un ama de casa como otros millones de mujeres. 
Quiso el destino que Ferrier no tuviese hijos y que su matrimonio fuese un desastre (y anulado). Pero su marido tuvo un papel importante en el descubrimiento de Kathleen como artista - y aquí entran las casualidades - porque le apostó que ella no sería capaz de entrar en un concurso musical como cantante, además de como pianista. Ella aceptó la apuesta y ganó ambas categorías. Así nació una gran cantante, a los 25 años. Ella fue la principal responsable por la difusión de Mähler al público inglés y americano (que no es poco), y rescató canciones inglesas dormidas en el baúl del olvido colectivo. Esto le cosechó varias críticas porque muchos consideraban estas canciones artísticamente inferiores (menos mal que no vivieron para escuchar Rihannas y Ladys Gagas). 
Poco tiempo después de cantar su segunda función de Orfeo ed Euridice (en inglés, dirigida por John Barbirolli) murió víctima de un cáncer. Tenía 41 años. Además de ser una de las pocas verdaderas contraltos, su timbre era especialísimo, quizá por el hecho de ser un sonido natural, sin entrenamiento del conservatorio. Sus interpretaciones eran sinceras, entregadas, vibrantes, sin cualquier pretenciosidad. Pero lo mejor será que lo juzguéis por vosotros mismos.




7 comentarios:

  1. Eso de "un sonido natural, sin entrenamiento del conservatorio" no lo he entendido yo. ¿Te refieres a la naturalidad de la emisión o al sonido como tal? ¿Qué es un sonido natural, uno no impostado?, ¿uno no enmascarado? Y bueno, en el conservatorio "se estudia", no "se entrena", aunque a alguno que otro no le vendría mal hacerlo...

    Por lo demás muy bonito !! Me gusta Ferrier !!

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  2. DearPizpireta,

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    Regards from Portugal

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  3. Olá FanaticoUm! Já tinha visto o teu blog, é muito interessante e vou acrescentá-lo à minha lista de blogs. Eu também vivo em Portugal, mas optei por escrever em espanhol, uma vez que também é a minha língua mãe e que a maior parte dos blogs interessantes que vi sobre ópera estavam escritos nessa língua. Obrigada pelo comentário. Cumprimentos.

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  4. Scaligero, intuyo quién eres. Siento no haber sido clara, pero como sabes mis conocimientos sobre técnica de canto son bastante limitados. Por sonido natural me refería al timbre y al hecho de ser una voz no impostada. No es una voz "trabajada" en el conservatorio. Me alegro que te guste Ferrier, al menos en esto coincidimos ;D

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  5. Muito obrigado pelo comentário no nosso blog. Concordo que há muitos blogs sobre ópera que são óptimos e escritos em castelhano. O seu português é, contudo, perfeito!
    Um abraço

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  6. Obrigada FanaticoUm, mas não tenho muito mérito, já que sou portuguesa ;)

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  7. Então todo o mérito vai para o castelhano que, infelizmente, não sei julgar.

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